Arco de Arriba y Arco de Abajo

Arco de Arriba y Arco de Abajo

Localidad: Arcos de la Llana El recinto de la villa de Arcos tenia 3 puertas: Arco de Arriba, Arco de Abajo y la puerta por donde entraba la servidumbre y las caballerizas. Los arcos de arriba y abajo estaban ornados con el escudo del emperador Carlos I de España y V de Alemania, cuyas armas eran un campo de plata, un águila exployada de sable picada, membrada de oro linguada y uñada de gules, cargada de un escudo cuartelado de Castilla y León, rodeado del Toisón de Oro.

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La Iglesia

La Iglesia

Localidad: Arcos de la Llana La visita a la iglesia parroquial nos produce antes que nada la vivencia del asombro, sobre todo cuando contemplamos la variedad de estilos que en ella confluyen y lo armonioso de su ensamblaje a lo largo de los siglos. La torre, mudéjar, es uno de los más bellos y raros ejemplares de este estilo en la provincia de Burgos y en el ámbito castellano-leonés. Se encuentra en uno de los extremos de la iglesia y arropada por sillares de piedra perfectamente escuadrados. El primer cuerpo de la torre, de piedra bien conservada, es de estilo románico y se levante sobre una bóveda de cañón que puede observarse en el interior de la torre. Asimismo, en la pared del oeste y junto a la torre románica, puede observarse una puerta de medio punto que serviría de acceso a la primitiva iglesia. Varios canecillos y dos ventanas abocinadas, actualmente ciegas, constituyen otros tantos testimonios de su estilo románico hoy puramente testimonial. Además de la torre, de ladrillo, conviene detenerse en la portada románica próxima a la entrada del palacio arzobispal. Sería a lo largo de los siglos XV y XVI-XVII cuando se hicieron las grandes transformaciones arquitectónicas en el edificio, en especial la puerta de entrada del Sur, en la plazuela del Ayuntamiento, fechada en el año 1637, de estilo barroco. La conjunción de estilos tan diversos –románico, mudéjar, gótico y barroco- confiere al monumento religioso por excelencia, la iglesia parroquial de S. Miguel Arcángel, un atractivo singular. Por lo que se refiere al interior de la iglesia parroquial, consta de tres naves y un crucero muy poco desarrollado, cubierta con bóvedas estrelladas de finales del siglo XV y principios del XVI. La nave central termina en un ábside rectangular actualmente cubierto con un altar dorado de estilo barroco, dedicado a S. Miguel, titular de la parroquia. Conviene señalar que el altar mayor está decorado con una valiosa colección de pinturas adquiridas a finales del siglo XVII (una colección de 24 según consta en los libros de fábrica del archivo parroquial) en un talles de Madrid por el arzobispo de Burgos. La estampa central estaría dedicada a S. Miguel Arcángel (actualmente en el coro). El Hecho de existir diferentes motivos y santos, sin conexión aparente, hacen pensar en la adquisición de un lote y su posterior adaptación al retablo. Entre las pinturas, cabe destacar por su elegancia y expresividad el calvario que corona el altar, los cuatro evangelistas, las figuras de S. José y S. Juan Bautista y muy especialmente la figura de S. Sebastián. Actualmente, ocupa el lugar central una talla gigantesca de San Miguel Arcángel que rompe un tanto la armoniosa disposición de las pinturas barrocas del altar.Ambos lados del altar mayor y cubriendo los ábsides de las dos naves laterales se encuentran dos altares barrocos dorados, de gran belleza. Uno de ellos, el de la derecha, está dedicado a la Virgen de los Dolores, a cuyo pie descansa un Cristo Yaciente del siglo XVII, tallado posiblemente en uno de los talleres de Burgos. Por último conviene detenerse en la capilla dedicada a Santa Bárbara, donde el visitante podrá contemplar una excelente talla de la Santa, de grandes proporciones, así como una bella cajonería, tallada, de nogal negro. A la entrada de la iglesia, en la pared de la izquierda encontrará un pequeño calvario del siglo XIII, tallado en madera policromada, que perteneció sin duda a alguna de las ermitas hoy desaparecidas. Junto al calvario e incrustado en la pared un bello altar de piedra policromada, de estilo hispano flamenco, que también procede de algunos de los lugares de culto que fueron absorbidos por la villa de Arcos. Merece especial atención el órgano y el púlpito de hierro. No se acaba aquí la riqueza monumental y arquitectónica de la villa de Arcos. En su recorrido, el visitante puede encontrarse con algunos monumentos que testimonian el esplendor de la villa durante los siglos XV y XVI.

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El Palacio

El Palacio

Localidad: Arcos de la Llana En el barrio de Santibáñez se alza el Torreón de los Gallos o caserío de los Gallos. Es una fortaleza renacentista construida en 1516 existen una serie de ventanas de arco de medio punto, otras al ras del suelo de arco rebajado con adornos de perlas en su frente, y sobre todo, grandes ventanas dinteladas al Sur que dan al edifico más aspecto de palacio que de fortaleza.

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Ermita de Santa Bárbara

Ermita de Santa Bárbara

Localidad: Arcos de la Llana La ermita Santa Bárbara se remonta a mediados del siglo XVIII. Fue edificada por Francisco Romo cura presbítero de esta localidad. El 7 de diciembre de 1750 Francisco Romo presentaba al arzobispo de Burgos para su aprobación las constituciones de la Congregación y Cofradía de Santa Bárbara.A su muerte el 4 de marzo de 1760 ya estaba construida y encomendó a la cofradía Santa Bárbara (formada por la mayor parte de los labradores de esta localidad) su conservación y restauración. En los años sesenta, aproximadamente, fue robada la imagen original de la santa del interior de la ermita, mandándose hacer la imagen que actualmente se venera.La ermita Santa Bárbara se encuentra ubicada en el Altozano, donde se celebra la Romería el tercer domingo de junio. Parte de la plaza del pueblo, donde se concentran varios tractores con las galeras engalanadas, adjudican los 3 primeros premios y en ese orden se asciende a la montaña con la imagen de la Santa.Se celebra una misa de campaña. El Ayuntamiento invita a todos los asistentes a una comida campestre.El término de Santa Bárbara es el lugar elegido para realizar las plantaciones populares. Hay más de 6.000 árboles plantados en los últimos años y el objeto es repoblar todo el paraje. Participan unas trescientas personas de: Arcos, Burgos y alrededores, convirtiéndose en una de las mayores plantaciones populares que se han llevado a cabo en la provincia de Burgos.

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Muralla de Arcos de la Llana

Muralla de Arcos de la Llana

Localidad: Arcos de la Llana Tiene esta villa su denominación porque la Calle Mayor, que todo lo largo del pueblo, conserva dos arcos de piedra. La cerca (murallas) construida en el siglo XVI, coincide casi exactamente con el perímetro actual del pueblo. En el extremo Oeste permanece un arco de la muralla llamado “La puerta de Abajo”, coronado con las armas imperiales de Carlos V. Por el Oeste puede contemplarse otro arco llamado “del Palacio”. Y en el extremo Este tuvo otro arco, destruido en la actualidad, que recibía el nombre de “Puerta de Arriba”. Su escudo está hoy en día en el Ayuntamiento.

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Escudos y blasones

Escudos y blasones

Localidad: Arcos de la Llana Dentro del recinto de la villa y dispersos a lo largo y ancho del caserío –muchos de ellos procedentes sin duda de edificaciones anteriores- existe una preciosa colección de escudos y blasones. Algunos de ellos se encuentran en perfecto estado de conservación y pueden reconocerse las armas, tal es el caso del escudo que corona la puerta del arco del paño sur de la muralla de la villa, donde aparecen las armas imperiales, o el que aparece en la fachada del Ayuntamiento. Otros pertenecieron al conde de Berberana, o al marqués de Lorca, al Arzobispo Don Cristóbal Vela o al Arzobispo Navarrete y a algunos hidalgos conocidos de la villa. Determinar a que familias pertenecieron, exigiría un estudio heráldico mucho más pormenorizado. En cualquier caso, esta delicada colección de escudos otorga al austero paisaje urbanístico de la villa cierta grandiosidad.

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El mural de Espinoza

El mural de Espinoza

Localidad: Arcos de la Llana El mosaico de Arcos de la Llana, el mosaico andino, el del Descubrimiento, es un paso más en la inmolación que Espinoza está llevando a cabo. Miren atentamente y verán la marejada de colores, el caso que alumbro la vida, los vientos desatados que voltearon durante milenios campanas de Génesis verán el mar y el cielo y la risa. Pero también, escondidos, como celosos guardianes, descubrirán el ojo vigilante, las cabezas de pesadilla, el Pegaso que sobrevivió al mundo antiguo, los abismos que acechan a los verdes y a los azules. Hasta los suspiros -Ay, Señor- están en el mosaico. Lo que ahora tiene Arcos de la Llana es un puro Espinoza, es la memoria de un universo que no ha conseguido olvidar el dolor, los milenios de oscuridad” (Comentario de Tomás Val).

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