Localidad: Arcos de la Llana
El mosaico de Arcos de la Llana, el mosaico andino, el del Descubrimiento, es un paso más en la inmolación que Espinoza está llevando a cabo. Miren atentamente y verán la marejada de colores, el caso que alumbro la vida, los vientos desatados que voltearon durante milenios campanas de Génesis; verán el mar y el cielo y la risa. Pero también, escondidos, como celosos guardianes, descubrirán el ojo vigilante, las cabezas de pesadilla, el Pegaso que sobrevivió al mundo antiguo, los abismos que acechan a los verdes y a los azules. Hasta los suspiros -Ay, Señor- están en el mosaico. Lo que ahora tiene Arcos de la Llana es un puro Espinoza, es la memoria de un universo que no ha conseguido olvidar el dolor, los milenios de oscuridad” (Comentario de Tomás Val).